En el verano de 1989 la cerveza artesanal no era una revolución, ni un boom, ni mucho menos una “moda”. En Río Negro las opciones cerveceras eran industriales, al igual que en el resto del país, pero particularmente en la ciudad de Bariloche, con un bioma que aporta frutos del bosque y agua de deshielo, las posibilidades eran distintas. En ese contexto y tras largas sobremesas haciendo bosquejos y planeando, Nicolás Silin y Julio Migoya decidieron comenzar a realizar las primeras pruebas para elaborar cerveza casera. No había internet, pequeños proveedores, ni talleres o fábricas que pudieran construir el equipamiento necesario para cocinar cerveza, por lo cual hubo que armarse de valor e ingenio para emprender el camino artesanal.

En el verano de 1989 la cerveza artesanal no era una revolución, ni un boom, ni mucho menos una “moda”. En Río Negro las opciones cerveceras eran industriales, al igual que en el resto del país, pero particularmente en la ciudad de Bariloche, con un bioma que aporta frutos del bosque y agua de deshielo, las posibilidades eran distintas. En ese contexto y tras largas sobremesas haciendo bosquejos y planeando, Nicolás Silin y Julio Migoya decidieron comenzar a realizar las primeras pruebas para elaborar cerveza casera. No había internet, pequeños proveedores, ni talleres o fábricas que pudieran construir el equipamiento necesario para cocinar cerveza, por lo cual hubo que armarse de valor e ingenio para emprender el camino artesanal.

El origen de nuestra cerveza nace así, en las orillas del lago Nahuel Huapi que, si lo recorremos y lo navegamos hacia el oeste, podremos encontrarnos con su “brazo Blest”, nombre que tomaríamos para identificarnos. Así empieza BLEST en la ciudad de Bariloche, Patagonia Argentina.

En Blest siempre estamos en la búsqueda de la pureza de los ingredientes, con la claridad del agua de nuestros lagos, ríos y arroyos y seleccionando cada uno de los frutos y miel de la comarca andina, cosechando orgánicamente nuestros lúpulos y evitando el uso de conservantes y productos químicos. La elaboración de nuestra cerveza nace de los ingredientes que nos provee la Patagonia, a los que revalorizamos convirtiéndolos en un producto 100% artesanal.

El origen de nuestra cerveza nace así, en las orillas del lago Nahuel Huapi que, si lo recorremos y lo navegamos hacia el oeste, podremos encontrarnos con su “brazo Blest”, nombre que tomaríamos para identificarnos. Así empieza BLEST en la ciudad de Bariloche, Patagonia Argentina.

En Blest siempre estamos en la búsqueda de la pureza de los ingredientes, con la claridad del agua de nuestros lagos, ríos y arroyos y seleccionando cada uno de los frutos y miel de la comarca andina, cosechando orgánicamente nuestros lúpulos y evitando el uso de conservantes y productos químicos. La elaboración de nuestra cerveza nace de los ingredientes que nos provee la Patagonia, a los que revalorizamos convirtiéndolos en un producto 100% artesanal.

Pasaron ya más de 30 años de la primera cocción y hoy podés seguir disfrutando una Blest no sólo en Bariloche, sino también en casi todo el país. Seguimos creciendo y sumando capacidad productiva, pero sin perder nuestra esencia, haciendo que nuestra cerveza sea auténtica y artesanal por naturaleza.

Visitanos

Pasaron ya más de 30 años de la primera cocción y hoy podés seguir disfrutando una Blest no sólo en Bariloche, sino también en casi todo el país. Seguimos creciendo y sumando capacidad productiva, pero sin perder nuestra esencia, haciendo que nuestra cerveza sea auténtica y artesanal por naturaleza.

Visitanos

ABRÍ TU
FRANQUICIA BLEST

Contactate con nuestro equipo y formá
parte de la familia.

Conocé más

¿QUERÉS VENDER
BLEST EN TU LOCAL?

Completá el formulario y nos contactaremos
con vos para que puedas empezar a vender.

Conocé más